¿Podemos prevenir la miopía?

La miopía tiene un componente genético. Si alguno de los padres tiene miopía, aumenta el riesgo de que sus hijos desarrollen la afección. El riesgo es aún mayor si ambos padres tienen miopía.

Desde hace unas décadas, diferentes estudios científico-sanitarios, además de otros etnológicos y sociológicos, han venido a demostrar que la miopía se ve afectada por el avance y desarrollo de la escolarización, tipos de actividades laborales, en diferentes razas y ecosistemas ambientales pero, en los últimos tiempos, la miopía se ha incrementado exponencialmente por el uso inadecuado de dispositivos digitales, como teléfonos móviles, tablets y ordenadores, sobre todo entre la infancia y la adolescencia.

Actualmente, existe evidencia científica de que estar poco tiempo al aire libre aumenta el riesgo de desarrollar miopía. Pasar entre 80 y 120 minutos al aire libre previene la aparición de la miopía pero, una vez que ha aparecido, no se ralentiza su evolución.