Control de la miopía

Generalmente, la miopía progresa año tras año durante el período de crecimiento de la infancia y la adolescencia. A medida que la miopía se incrementa, la visión también empeora. La miopía generalmente se estabiliza a medida que los adolescentes llegan a adultos, aproximadamente hacia los 20 años.

Si no intentamos evitar esta progresión, el niño puede desarrollar alta miopía, que es generalmente definida como el equivalente esférico (término que se utiliza cuando se tiene además astigmatismo) de más de 5,00 dioptrías. A partir de ahí, la alta miopía puede conllevar enfermedades como cataratas, glaucoma, degeneración macular miópica o desprendimiento de retina.

MEDIDAS PARA EL CONTROL DE LA MIOPÍA

El control de la miopía es el término usado para describir tratamientos específicos para intentar retrasar el aumento o progresión de la miopía en niños. Las medidas de control de la miopía deben ser prescritas por un profesional sanitario de la visión (un óptico-optometrista o un oftalmólogo).

Lo fundamental es detectarla a tiempo, realizando a todos los niños una pri- mera exploración entre los 3-4 años con el fin de detectar precozmente su aparición. Esto es aun más importante si existen antecedentes familiares de miopía o de problemas oftálmicos.